martes, 1 de marzo de 2016

IBARRA




Conocida históricamente como "La Ciudad Blanca" por sus fachadas blancas con las que se bendijo la reconstruida ciudad en 1872 después del devastador terremoto de 1868. 

Fundada la Villa por el intrépido Capitán Don Cristóbal de Troya, por mandato del Presidente de la Real Audiencia de Quito, Licenciado Don Miguel de Ibarra, el 28 de Septiembre de 1606; elevada a categoría de Ciudad por Decreto del inmortal Genio de Bolívar, que tanto y tanto la amó, expedido el día 2 de noviembre de 1829; triunfante en las márgenes del histórico Tahuando, el 17 de Julio de 1823, tres fechas magnas y gloriosas de esta española ciudad; tuvo también su calvario, sangriento y doloroso, cruel y pavoroso, el 16 de Agosto de 1868, cuando la naturaleza implacable, en movimiento sísmico tremendo y espantoso, la sepultó despiadadamente en sus propios escombros, quedando bajo éstos más de 20.000 víctimas que irremediablemente perecieron allí.
Fué declara como patrimonio Nacional el 20 junio del 1983.















 Ibarra, ciudad blanca a la que siempre se vuelve, capital de la provincia de Imbabura. Está ubicada a 115 Km. al noroeste de Quito a 125 Km, al sur de la ciudad de Tulcán, con una altitud de 2.225 m.s.n.m. Posee un clima seco templado y agradable, y una temperatura promedio de 18°C.

El cantón Ibarra se encuentra ubicado políticamente en la provincia de Imbabura, situada en la sierra norte del Ecuador entre las provincias de Pichincha, Carchi y Esmeraldas. Los límites del Cantón son al norte con la provincia del Carchi, al noroeste con la provincia de Esmeraldas, al oeste con los cantones Urcuqí, Antonio Ante y Otavalo, al este con el cantón Pimampiro y al sur con la provincia de Pichincha.

PRINCIPALES ATRACTIVOS:

·         Iglesia San Antonio de Ibarra

Antes de la batalla de Ibarra el 17 de julio de 1832 las tropas de Agustín Agualongo se posesionaron de la iglesia y desde su torre vigilaban el ingreso a la población en espera de las tropas de Bolívar, en 1911 las tropas españolas convirtieron a la iglesia de san Antonio de Ibarra en cuartel para sus tropas y desde allí presentaron batalla a las huestes de Carlos Montúfar concluyendo con la captura del Coronel Francisco Calderón padre de Abdón Calderón.
El templo actual de origen colonial es de estilo ecléctico, tradicional y vernáculo. Perteneció a la doctrina de los franciscanos en el año de 1567, en 1603 se bendice la iglesia grande de San Antonio de Ibarra. Su estructura era modesta, de adobe sus paredes y de paja su cubierta, esta fue destruida por el terremoto de 1868. La nueva iglesia es levantada en el mismo solar de la original hasta aproximadamente 1930. En el altar mayor reposa pintada sobre piedra la imagen de Nuestra Señora de las Lajas, El Señor Resucitado que se supone el rostro es del autor Sangurima y el resto del cuerpo de autor anónimo, El Crucifijo del Señor en agonía de tamaño natural, Imagen de la Virgen del Carmen de tamaño natura correspondiente a la Escuela Quiteña, una Cruz de plata labrada, muestra del culto antiguo y pinturas de los siglos XIX y XX.





·         La Catedral

Está ubicada en el Parque Pedro Moncayo de la ciudad, es una edificación construida en piedra, que se distingue por su estilo romano que cuenta con valiosas obras de arte de la Escuela Quiteña, retablos y altares tallados en madera fina y recubierta con pan de oro.
La catedral tiene características románticas o eclécticas, distinguiéndose la influencia neo-barroca en su diseño y funcionalidad.
El entorno guarda ciertos rasgos de la arquitectura tradicional de finales del siglo XIX, como las calles empedradas y casas entejadas. Se añade la presencia de ciertas construcciones modernas.
En el año de 1606, era una iglesia primitiva, de adobe y paja, que fue reemplazada en 1672 por una construcción grande de cal y piedra labrada, destruida por el terremoto de 1868. Monseñor Tomás Iturralde, obispo de Ibarra, emprendió la tarea de reconstruir el templo a partir de 1872 gracias al apoyo de Gabriel García Moreno Jefe Civil y Militar de la provincia.
La iglesia consta de tres naves y una media naranja sobre el altar mayor. En su interior encontramos hermosos retablos propios de la época colonial que fueron recuperados de las ruinas de la iglesia de la Compañía de Jesús luego del terremoto de 1868. Son de estilo barroco y decorados con pan oro.
El primer cuerpo de la fachada mantiene una simetría horizontal; en tanto que el segundo pierde su proporción ya que forma una ventana de arco rebajado para terminar el frontón con una figura circular de ojo de buey. En sus extremos resaltan dos torres campanarios. Frente a la iglesia se destaca el pretil que une la iglesia con la Capilla y Palacio Episcopal.
Entre las muestras relevantes que tiene la catedral se destaca la sacristía que conserva una muestra de los escudos de los obispos. Encontramos además esculturas y pinturas del siglo XIX, siendo las más importantes las figuras de los apóstoles atribuidos a Rafael Troya. Hallamos esculturas de Daniel Reyes como la Virgen Dolorosa; la imagen de San Miguel Arcángel del siglo XVIII, obra de la Escuela Quiteña y que se encuentra en el altar mayor. De él se dice que es una reconstrucción de la antigua efigie que había en la iglesia colonial. También sobresale un baldaquino ubicado en la parte superior del altar mayor y un calvario trabajado por César Montesdeoca.
En la catedral de Ibarra reposan los restos mortales de los obispos de la Diócesis




·         Iglesia de San Agustín
La arquitectura que rodea al templo, ubicado en el Parque Abdón Calderón guarda un estilo arquitectónico homogéneo.
Su construcción se remonta al siglo XVII, en el año de 1873 y avanzó hasta 1878 donde se la reconstruyó a causa del terremoto de 1868. Treinta años mas tarde, año de 1935 se concluyó la obra.
Es de una sola nave, después del terremoto de 1868 fue la única iglesia que mantuvo en pie sus paredes Arquitectónicamente conserva el estilo tradicional sobre todo la línea recta, su fachada es de formas mixtas sencillas, de estilo costumbrista propia del siglo XIX. Sus torres tienen hornacinas y culminan en pirámides agujales, la fachada es de piedra labrada de las canteras del Tahuando.
Al interior en el altar mayor se venera la imagen de nuestra señora de la Consolación patrona de la orden de San Agustín en un extremo se encuadra la imagen del Señor del Amor al que muchos le conocen con el nombre del Señor de la Justicia. Es una réplica del cuadro que se encuadra en la iglesia de San Agustín de Quito pero en bulto, no se conoce autor ni época de su elaboración.
Resaltan también las imágenes de San Joaquín, y Santa Ana padres de la Virgen María y otra de Santa Mónica madre de San Agustín, estas imágenes son de finales del siglo XIX, y en su mayoría se atribuyen a los talleres de los Hnos. Reyes.


  • Basílica la Dolorosa
De estilo neo romano y 25 años de construcción, posee dos enormes torres y colosales campanarios, su altar mayor es tallado en madera de cedro, donde se venera el cuadro de la Virgen Dolorosa. Fue reconstruida luego del terremoto de 1.987 y consta de una sola nave con cielo raso en forma de artesón, está ubicada en la parroquia de San Francisco, en la calle Sucre y Liborio Madera. A su alrededor podemos encontrar varios edificios modernos con oficinas gubernamentales.
















 Piedra para la fachada y  torre; hormigón armado para las 2 cúpulas.


  • Capilla Episopal
La capilla se configura armónicamente en tres cuerpos: el primero aloja en sus hornacinas ojivales las imágenes de Santa Marianita y Santa Teresa de Jesús que fueron obras del escultor Daniel Reyes; el segundo se halla separado por una faja de medallones circulares y arcadas en alto relieve en donde se destacan las imágenes del Sagrado Corazón de Jesús, San Pedro y San Pablo; en el tercero dominan las agujas piramidales de sección hexagonal que terminan en pequeñas torres campanarios.
Tiene una sola nave y en su interior encontramos varias obras como el Cristo crucificado, que se supone es de Tobías Reyes. Se halla custodiado por los Arcángeles San Miguel y San Rafael, también del mismo autor, que fueron entregados a la iglesia en el año de 1893. Construida a principios del siglo XX año 1900






  • Iglesia Santo Domingo

La Iglesia Santo Domingo está ubicada en la plazoleta Boyacá, data del tiempo de la fundación de Ibarra, posee una hermosa fachada de piedra y en su altar mayor se venera a la Virgen del Rosario, además exhibe una gran variedad de obras pictóricas y esculturas de extraordinario valor artístico de la época, enmarcadas con hermosos retablos de madera.
El estilo del templo se lo mantiene, y su conservación está a cargo de la Orden de los Dominicos.
El primer convento se levantó en 1605, con el nombre de Recoleta de Nuestra Señora de la Peña de Francia de Caranqui, esta fue destruida por el fatal terremoto de 1868. El templo actual se reconstruye en 1915, bendecido e inaugurado el 30 de septiembre de 1923.
















Santo Domingo consta de una sola nave con crucero y arcos ojivales. Tiene tres cuerpos, en el primer cuerpo de la fachada se destacan ocho columnas dóricas con remate de piedra labrada y dos hornacinas que conservan las imágenes de San Jacinto de Polonia y la Pastora.
El segundo, de menor altura con decoraciones geométricas, la ventana central de medio punto, separa a dos hornacinas que alojan a las imágenes de San Luís Beltrán y San Vicente. El tercer cuerpo compuesto por dos torres campanarios y un tímpano en el cual sobresale la imponente imagen de Santo Domingo.
El altar mayor, del artista Rafael Carranco, es presidido por la imagen de la Virgen del Rosario, atribuida a Diego de Robles, y reconocida con juramento público, como la Patrona de la Villa, a sus extremos le acompañan Santo Domingo y San Francisco, posiblemente obras de Daniel Reyes.


  • Santuario del Señor del Amor
Se levantó sobre las ruinas de los palacios incásicos de Caranqui y fue construida por el padre Pedro Bedón, superior de los dominicos, en el año de 1615.
A partir de 1940 los herederos de Teodoro Gómez de la Torre apoyaron económicamente para la construcción de la iglesia, junto con sus ampliaciones. La nueva edificación data de 1980 y se concluye en 1990.
Es de una sola nave con forma de cruz latina. En su interior, el altar es de estilo gótico y barroco, tiene columnas salomónicas, dorado todo el conjunto con pan de oro. La fachada es de ladrillo, piedra y calicanto. En ella se destacan varias columnas dóricas y jónicas de estilo manierista con sus respectivos campanarios. El zócalo es de piedra. El remate de la fachada tiene torres, frontón y balausatrada. Las columnas son jónicas y dóricas.
El Torreón
La edificación ocupa el sector nor-occidental de los lotes que formaban parte del antiguo Colegio Teodoro Gómez de la Torre. Se localiza en el parque Pedro Moncayo. El torreón está conformado por cinco niveles: la planta baja y el primer piso alto corresponden a espacios propios de su construcción; en tanto que los siguientes, los siguientes, son estructuras edificadas y adecuadas solo para colocar el reloj.
El último nivel corresponde al remate en el cual se encuentran la cúpula y el capulín. El frontis está compuesto por una arquería con arcos de medio punto rebajado, igualmente el remate de columnas como de las cornisas son diferentes en las fachadas al cambiar bruscamente por una fachada de ladrillo visto.


  • Parque La Merced
Espacio ubicado frente a la Iglesia La Merced con espacios verdes y majestuosos árboles que te ofrecen un momento de descanso. A un lado del parque están ubicados espacios de venta de los tradicionales dulces ibarreños como las nogadas y el arrope de mora.


  • Parque Pedro Moncayo
Ubicado en el corazón de Ibarra en el cual se destacan árboles y hermosos jardines diseñados y mantenidos. Rodeado de la Iglesia de la Catedral, Capilla Episcopal, El Torreón, los edificios de la Gobernación y el Palacio Municipal. En su centro está la estatua del notable ibarreño Dr. Pedro Moncayo como homenaje de la República del Ecuador.


  • Obelisco - Plazoleta Pasquel Monge
El Obelisco es un monolito levantado en el centro de la plaza "Alejandro Pasquel Monge" de Ibarra, junto a la estación renovada del ferrocarril Ibarra-Salinas.
Su construcción data del año 1949, fecha en la cual el Dr. Luis Cabezas Borja  regía el Gobierno Municipal de Ibarra y gestionó la construcción del mismo.
En enero de 1950, Neptalí Páez Sánchez, dibujante-topógrafo y José María Ayabaca Madrid, dibujante artístico; presentaron el proyecto final al Dr. Alfonso Almeida, alcalde del cantón Ibarra, quien pone su firma de ejecución.
En agosto de 1951 dan inicio los trabajos a cargo de la Municipalidad, dirigidos por Neptalí Páez. Este personaje, manifiesta que las bases fueron macizas y profundas, para las cuales se utilizaron piedras de Rumipamba y rieles donadas por la Empresa de Ferrocarriles del Estado, toda vez que la estación Ibarra.
Las esculturas de Don Miguel de Ibarra y del Capitán Cristóbal de Troya fueron esculpidas al bronce por el profesor José María Ayabaca,  profesor de artes del colegio Daniel Reyes de San Antonio de Ibarra, quien realizó estudios sobre las biografías de los 2 hombres ilustres de Ibarra.
Inicialmente el pilar debía tener unos 32 metros de altura, pero por falta de presupuesto se lo construyó de 28m.
La inauguración del Obelisco fue un 28 de septiembre de 1951, en la cual el Alcalde Alfonso Almeida, en su discurso recordó que  el Doctor Cabzas Borja fue el mentalizador de la su construcción.
El Presidente José María Velasco Ibarra en su visita a Ibarra un 28 de septiembre de 1960, señaló que “Ibarra es una ciudad señorial y digna, más noble ahora con la construcción de su obelisco que como atalaya, es fiel testigo del pasado que se refleja glorioso en su presente y se magnificará en el futuro..."
El Obelisco de Ibarra es un ícono del orgullo de la ciudad, porque es una de las obras más representativas de Ibarra, ya que representa la identidad de sus habitantes.

·         Ruinas del Inkawasi
En terreno de don Tobías Flores (calle La Huaca)
Muro Norte: 60 m de longitud, con un tramo destruido, equivalente al 50 %. La altura promedio es de 3.50 m y denota la presencia de varias hornacinas limitadas en su parte superior por un dintel de una sola piedra.
Muro Este: 40 m de longitud. Tiene huellas de una puerta con jamba de piedras labradas. La altura es de 3.10 m. Se encuentran también falsas ventanas u hornacinas. Este muro mira al callejón La Huaca. Por las características constructivas se deduce que este sitio albergaba varias edificaciones de significativa importancia, puesto que fueron materia de interés para los cronistas del siglo XVI.
En una superficie de 5.288, 79 m2 se encuentran a la vista los vestigios arquitectónicos de edificios y acueductos, posiblemente de la época Caranqui-Inka, Hay evidencias de cimientos de muros realizados con piedra natural, canto rodado. Comúnmente, el ancho de los muros es de 0.80 metros; los cuartos son rectangulares. Hay estructuras hidráulicas: acueductos abiertos y cerrados.
Se descubrió una estructura denominada “baño del Inka”, excavada en el suelo en forma rectangular, 10 x 20 metros, con acceso de gradas en cada esquina, doble piso de piedra y un piso de tierra apisonada, que servía para “espejo de agua”. El perímetro de esta cocha representa a la cruz andina. Aproximadamente a la mitad del estanque en el lado oriental hay dos desagües tallados en piedra La piedra utilizada es una roca volcánica, tallada en forma almohadillada y poligonal.

·         Museo de Caranqui
Tiene una extensión de 60m2 aproximadamente. Está conformado por dos secciones: el templo del sol y el túnel, en las que se exhibe cronológicamente el desarrollo de esta cultura hasta la llegada de los Incas. Tiene un orden secuencial y didáctico: los Caranquis en el tiempo y espacio, atrón del asentamiento Caranqui, estructura política de los Caranquis, los montículos artificiales, economía Caranqui, los Caranquis y la explotación de la sal, Caranquis y uso de las fibras naturales, Caranquis y la agricultura, Caranquis y el calendario agrícola, alfarería Caranqui, Caranquis y el arte matalúrgico, la etnia Caranqui y sus costumbres funerarias, los Incas en territorio Caranqui.

·         Laguna de Yahuarcocha
De origen glacial lleno de leyendas, ubicado a 3 km de Ibarra, donde puede usted llegar caminando o en bus, su significado en lengua aborigen es Lago de Sangre, porque aquí se llevó a cabo la batallla entre Incas y Caranquis. Está rodeado por el autódromo internacional “José Tobar”, donde se desarrollan las competencias válidas nacionales e internacionales.







·         Ruta El Tren de la Libertad

Ruta que atravieza el bosque seco andino (Valle de Salinas), habitado por el pueblo afroecuatoriano de Imbabura. Viajas por tren y recorres aproximadamente 45 km atravezando plantaciones de caña de azúcar, túneles labrados en roca y puentes.
En la estación de Salinas puedes visitar el Museo de la Sal (cómo extraían la sal de la tierra) y sitios naturales como cascadas y ríos.




·         El Valle del Chota
Pedazo de África encajado en los Andes, poblado por afro ecuatorianos, de clima tropical, seco, cálido y saludable, con flora y fauna específica de la zona. Esta ruta te ofrece rafting en el río Chota, artesanías (Máscaras de arcilla), turismo comunitario y música bomba.

·         San Antonio de Ibarra
La artesanía es una de las más importantes manifestaciones de la cultura imbabureña. Hombres y mujeres manifiestan una singular predisposición para las actividades manuales y no se equivocan quienes aseguran que ésta es una provincia de artesanos. Expresión cultural y forma de vida de amplios sectores enfocados en tres actividades: el tallado en madera, los bordados a mano, la elaboración de máscaras. Hábiles talladores y singulares escultores han dado fama a San Antonio de Ibarra desde cuando el legendario Daniel Reyes instaló su primer taller a finales del siglo XIX y luego, con la creación, primero del Liceo y, hoy, del Instituto Superior que lleva el nombre del promotor: Daniel Reyes.
Visitar San Antonio, una pequeña población ubicada a cinco minutos al sur de Ibarra, es alternar entre la emoción de admirar la belleza de las obras artesanales y la sorpresa de descubrir, casi en cada silenciosa casa, un taller de artesanos en los cuales mazos, formones, buriles, dan forma a la vieja madera de nogal que se amontona a veces en los mismos portones de las solariegas viviendas.

Antiguo Cuartel Militar de Ibarra

Ecléctico de origen medieval. Tiene las características de una fortaleza tipo militar con grandes bloques denominados almenas, que son de origen renacentista. Tiene arcos y ventanas muy angostas y fueron construidas para evitar el ingreso de diversos tipos de proyectiles. Conserva un portal de circulación y resguardo para lluvias. El edificio está flanqueado por dos torreones laterales de piedra.

Cacería del Zorro
La cacería del zorro consiste en una competencia hípica de carácter integral, con obstáculos naturales (pineroles), segmentos de velocidad, conducción y destreza de los jinetes, cuya organización y ejecución es de responsabilidad del Ibarra Tenis Country Club. Existe un comité hípico, estructurado por: el director de la prueba, el  jurado calificador y adjudicador de puestos, los jueces de campo y pista, quienes planifican y organizan para el buen desarrollo del evento.
Son tres los espectáculos que representa la cacería del zorro: el desfile, el descenso de los pineroles y la persecución. Los jinetes se ubican en la zona de partida con su respectivo ejemplar de acuerdo a la categoría asignada, el zorro tiene una ventaja de ochenta metros aproximadamente, quien sale al momento de la señal que da el juez, el zorro es perseguido por los cazadores, y quien logre desprender la cola que lleva en su espalda durante el recorrido es el triunfador. El jinete ganador de la cacería, será designado zorro de la siguiente cacería, de igual manera, el zorro de la cacería en caso de no ser alcanzado, continuará siendo el zorro de la próxima  edición.
Existen cuatro categorías, con el fin de realizar mejor la prueba y permitir la participación de todos los aficionados, siendo estas: Infantil, desde los 5 hasta los 10 años; Juvenil, desde los 11 hasta los 14 años; Master, desde 35 años en adelante y la Élite, desde 15 hasta 35 años. De igual manera los Zorros están categorizados en las designaciones antes mencionadas.
Este año se realizó la trigésima sexta edición de la cacería del zorro. La prueba hípica es uno de los eventos centrales de las fiestas que se celebra en Ibarra por la fundación, es una competencia única en el país, en la que participan jinetes de varias provincias como: Imbabura, Carchi, Pichincha, Chimborazo, entre otras. Existe la participación de más de 200 jinetes en cada edición.

Los helados de paila son una tradición en la ciudad de Ibarra desde 1896.
Son helados hechos con jugo de fruta. El proceso de elaboración de los helados consiste en poner el jugo de fruta en una paila de bronce, que a su vez reposa sobre una capa de hielo, sal en grano y paja para evitar que el hielo se derrita.
La paila fue previamente curada hirviéndola por 3 días con polvo de ceniza y naranja agria. Se gira la paila tantas veces como sea necesario para provocar la congelación del jugo. Doña Rosalía Suárez es considerada una pionera en la elaboración de los helados de paila en Ibarra. Su familia ha continuado por cinco generaciones con este negocio.

Actualmente se vende helados de paila en todo el país, y el nombre de Rosalía Suárez es conocido a nivel nacional e internacional. Los helados de paila, aparte de ser un elemento identitario de Ibarra, son una pequeña industria que da trabajo a varias familias.


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