La ciudad fue fundada el 12 de marzo de 1535
por el Capitán Francisco Pacheco, bajo las órdenes de Diego de Almagro con el
nombre de Villa Nueva de San Gregorio de Portoviejo jurándose fidelidad al rey
Carlos I de España, quien después supo que la villa había sido fundada en
nombre suyo, aunque éste no la dotó de escudo de armas sino hasta 1540. La
ciudad fue fundada originalmente a 25 km aproximadamente del emplazamiento
actual en el sector conocido como El Higuerón, y sirvió como punto de avanzada
de los conquistadores españoles para frenar a las naciones existentes en la
zona como los mantas y los picoazá. Este asentamiento original de Portoviejo
fue atacado e incendiado en repetidas ocasiones por piratas ingleses y
franceses, por lo que poco a poco fue trasladándose hasta su ubicación actual.
Portoviejo fue fundada para custodiar la
frontera norte de la Gobernación de Pizarro, abastecer de maíz, agua y alimento
a los barcos españoles. Poco después se consolidó Santiago de Guayaquil, que en
adelante sería el puerto principal de Quito, el centro de la Real Audiencia de
Quito creada en 1563. Por sus servicios a la causa real, Portoviejo recibió más
tarde el título de Muy Leal y Noble Ciudad de San Gregorio de Puerto Viejo, y
era especialmente estimada por el Rey Don Carlos I de España, quien supo de
esta hazaña y que fue hecha en nombre suyo. Su carácter de ciudad de españoles,
pequeña y periférica, le fue perfilando un rasgo peculiar. Tras su fundación
fue movida dos veces más hacia el interior. En 1605 se encontraba ya
probablemente cerca del lugar actual. El área fue atacada varias veces por piratas
y se conoce con certeza que la ciudad fue invadida en 1628 por Jacobo Hermita
Clerk.
La ciudad era la sede de Alcaldes, regidores
del Cabildo y encomenderos del lugar, y también del convento de La Merced,
donde residían los frailes mercedarios encargados de las doctrinas. Su
antigüedad y categoría de Ciudad hizo que su gente tuviera aires de nobleza,
por lo que protestaron varias veces contra los tenientes nombrados por los
gobernadores que residían en Guayaquil. A fines del siglo XVIII, la ciudad comenzó
a expandirse debido a que la economía del Partido de Puerto Viejo, estaba
creciendo por la producción de comestibles y sombreros de paja toquilla. Puerto
Viejo era un partido, que formaba parte de las antiguas entidades del
Corregimiento de Guayaquil y posteriormente en 1764 a la Provincia de
Guayaquil. Dentro de este partido estaba la ciudad de españoles que según Cieza
de León, se llamó originalmente Villa de San Gregorio de Puerto Viejo. A su
alrededor existían varios pueblos de indios o reducciones, entre ellas
"Picoazá".
Mucho antes que se asentaran los españoles, el
área del actual Cantón Portoviejo fue ocupado por un pequeño pero muy complejo
estado, que a su vez formaba parte de otros señoríos propios de la Costa
septentrional andina. Este señorío fue identificado con el nombre Cancebí,
palabra con que se designaba en forma general a los pueblos de estos
territorios, y que fue recogida por los primeros Cronistas de Indias que
recorrieron esta zona.
Este señorío de Cancebí fue además cónclave y
área de reunión y deliberación de varios jerarcas de otros señoríos próximos,
los cuales tenían entre sí pactos y acuerdos de orden comercial y político, muy
comparables con acuerdos que actualmente tienen las naciones. El centro de
reunión o centro de poder, estuvo en Cerro de Hojas, próximo al Picoazá actual,
y el centro ceremonial o religioso en el cerro contiguo llamada Jaboncillo.
El señorío de Cancebí estaba constituido por un
tejido de cacicazgos, cada uno de los cuales estaba integrado probablemente por
redes de parientes y se dedicaban a tareas especializadas, tales como
agricultura, elaboración de cerámica, trabajos en piedra, pesca, navegación,
trato e intercambio de productos y tejido de telas de algodón. La sociedad toda
estaba organizada en estratos, presidida por los sacerdotes, los caciques y el
Señor Principal, quienes mantenían su poder político debido al control y acopio
de ciertos productos de gran valor para el intercambio a larga distancia y que
en algunos casos tenían además un gran valor sagrado. Dos ejemplos de estos
productos fueron la concha spondylus y las esmeraldas, halladas por los
españoles en gran cantidad en territorios de Cancebí, una de cuyas deidades era
a su vez, una gran piedra de esmeralda del tamaño de un huevo de paloma, según
señalan las crónicas.
La proximidad de la actual ciudad de
Portoviejo, con Cerro de Hojas y Cerro Jaboncillo, permite establecer que ha
sido a través de los tiempos un centro de poder, y también un centro de
producción agrícola y manufacturera.
Cerca de donde está hoy Portoviejo se
encontraban algunos cacicazgos. De hecho debió ser así, porque los españoles
asentaban ciudades en lugares donde tenían acceso a mano de obra y fuerza
humana, base de las encomiendas y justificación para la evangelización. Existe
evidencia arqueológica de que el asentamiento de Cerro de Hojas y sus
alrededores tenían unos 30.000 habitantes; hay vestigios en algunos lugares
cercanos y es un hecho la existencia del pueblo de Charapotó. Algunos cronistas
y documentos mencionan nombres de pueblos que todavía están vigentes en el
cantón, tales como Picuazá, según lo menciona Cieza de León; o Pinpaguaci. La
pacificación y posterior fundación de Portoviejo fue planeada tanto desde San
Miguel de Piura por vía marítima a bordo de dos naves como lo fue en el caso de
Francisco Pacheco; y desde Quito por vía terrestre con la provisión entregada
al capitán Pedro de Puelles por parte de Sebastián de Benalcazar.
Uno de los conquistadores, Pedro de Alvarado,
en una antigua carta menciona que existía el pueblo indígena de Puerto Viejo.
Cerca del lugar se encontraba el pueblo de Marchán, que halló el conquistador
Benalcázar y el de Catarama. Esto muestra que se puede entender el nacimiento
de Portoviejo, sin conocer su historia aborigen.
La ciudad y sus habitantes fueron parte activa
durante el proceso de independencia de Ecuador, habiéndose concretado el 18 de
octubre de 1820. En efecto, una vez que Guayaquil logró su independencia, José
Joaquín Olmedo envió a José Antonio Vallejo con una carta en la que con su
propio puño y letra la declaraba ciudad «Libre del Yugo Servil»; esta carta fue
entregada al presbítero Manuel Rivadeneira, párroco de la ciudad, quien
inmediatamente convocó a un Cabildo Abierto que, reunido el 18 de octubre,
proclamó su libertad. Portoviejo fue cantonizada y designada capital provincial
de acuerdo con la Ley de División Territorial de Colombia del 25 de junio de
1824, expedida por el Gral. Francisco de Paula Santander; pero posteriormente
perdió su condición de capital cuando esta designación pasó a Montecristi, que
la tuvo hasta el 14 de octubre de 1867, en que por decreto sancionado por el
Presidente de la República, Dr. Jerónimo Carrión, recuperó dicha categoría.
Portoviejo tiene 9 parroquias urbanas y 7
rurales. Las parroquias urbanas son 12 de Marzo, 18 de Octubre, Andrés de Vera,
Colón, Francisco Pacheco, San Pablo, Simón Bolívar, Picoaza, y Portoviejo. En
las rurales tenemos a Abdón Calderón, Alajuela, Chirijos, Crucita, Pueblo
Nuevo, San Plácido, y Riochico.
De estas últimas se destaca Crucita, por ser un
balneario de considerable afluencia turística por sus playas y por la práctica
del deporte de Parapente. Además el resto de parroquias rurales forman un
corredor turístico denominado "La ruta del encanto".
v Museo de Sitio Cerros de Hojas y Jaboncillo
El Museo consta de dos estructuras construidas
a semejanza de los erigidos por la Sociedad Manteña de Cancebí, entre el
periodo 900 y 1530 d.C. En la primera se aprecia la situación actual de
Picoazá, su historia y cómo sus milenarias tradiciones se mantienen vigentes.
En el segundo edificio se presenta la
reconstrucción de una escena tradicional Manteña. Tres caciques son los
personajes centrales y entre ellos se puede distinguir a una mujer sentada
sobre una silla de poder en forma de "U". Asimismo, se exhiben
utensilios y objetos arqueológicos que denotan el papel primordial de la
naturaleza para los manteños.
El Museo es la puerta de bienvenida al Camino
del Puma, un espacio de 57 hectáreas donde se iniciaron las investigaciones
arqueológicas. El perímetro patrimonial incluye a Cerros de Hojas y Jaboncillo
yse extiende por 3.500 hectáreas, donde se encuentran más de 900 estructuras.
En el Cerro Jaboncillo se observan los vestigios más completos de la vida
manteña.
Los manteños se caracterizaron por ser
navegantes y comerciantes expertos. Su organización social era compleja y
desarrollaron arquitectura del tipo monumental. Construyeron tolas, canales,
pozos y fortalezas así como plataformas de piedra y terrazas de cultivo. Sin
embargo, lo que más los caracterizó fueron las sillas de piedra con diseños
antropomorfos y zoomorfos, as cuales se encuentran distribuidas en museos de
casi todo el mundo.
El recorrido por los exteriores revela cómo la
arqueología y la naturaleza se fusionan, ya que la diversidad de plantas y
animales pertenecen a un ecosistema singular, determinado por los ciclos del
agua y la niebla.
v Museo y Archivo Histórico de Portoviejo
Este museo tiene una historia particular ya que
se originó como una colección de antiguos periódicos que hoy se preserva en el
Archivo Histórico de Portoviejo. Como parte de estos vestigios de origen
histórico se exhibe una prensa tipográfica fabricada en 1903, la misma que se
utilizaba para imprimir el Semanario Eloy Alfaro en el año 1927. Dentro de las
salas de exhibición se encuentra la Sala Memorias del Archivo donde se
conservan ejemplares de este histórico diario junto a otros de la época.
El museo conforma parte de la red de museos del
área de Santa Elena, Manabí y Guayas y su filosofía – a diferencia de la de un
museo tradicional- se encarga de promover exposiciones realizadas en base a una
investigación previa. Bajo esta premisa, el visitante accede a muestras creadas
con un minucioso proceso investigativo, las cuales se conjugan adecuadamente
con estímulos visuales y auditivos.
Las exposiciones temporales y una colección
permanente de arte popular mantienen vigente la cultura local y promocionan la
tradición artesanal de la zona. El área de investigación científica, el centro
documental y la Biblioteca Municipal Pedro Elio Cevallos conforman el sustento
documental de la institución.
v Catedral Metropolitana de Portoviejo
Es una edificación moderna de formas históricas
con bóveda de crucería, las naves laterales, arcos formados de medio punto y
bóveda de media canadá en la nave central.
La fachada esta formada por un conjunto de dos cuputin
y linterna rodeada por ventanas de arcos. Un rosetón con vitral de acrílico y
tres puertas, dos laterales y una central con archivoltas (disminución sucesiva
de arcos) columnas laterales de fuste acanalado en tambores, con campanas de
bronce con carillón. A lo largo del territorio manabita se pueden encontrar
varios lugares de interés religioso como la Catedral Metropolitana en
Portoviejo, con arquitectura tipo bizantino y pinturas –murales únicas en su
género.
v Plaza Eloy Alfaro
La plaza
Eloy Alfaro se encuentra frente a la Catedral el más Ilustre y prohombre que ha
parido esta tierra y que introdujo cambios estructurales en el Estado, uniendo
a través del Tren a la Sierra y la Costa, liberando a los indios de su
vergonzoso sometimiento y esclavitud, dándole el lugar que a las mujeres les
corresponde en nuestra sociedad e incorporándolas a la administración pública y
tornando como Política de estado la Educación Laica, accesible y gratuita para
todos los ecuatorianos sin distingos de razas, religión o ideologías. Los
restos que observan pertenecen al buque de guerra Alhajuela.
v Área de Reserva Jardín Botánico
Área de vivero: Aquí se inicia el recorrido de
los visitantes del jardín, se realiza una pequeña introducción a la reserva y
los cuidados a tener en cuenta mientras dure la visita, este es el lugar en el
que de forma artificial se le prodigan los cuidados iniciales que necesitan
todas las plantas, aquí se mantienen durante las primeras semanas de vida hasta
ser trasplantadas a un sitio definitivo donde se desarrollara.
Área de árboles introducidos: Son aquellos
árboles que tienen como lugar de origen un distinto al de nuestra geografía
provincial, aquí se van sembrando de forma proporcional y racional cuidando que
su población no exceda el numero que vuelva sustentable al lugar, aquí también
existen algunas especias nativas como algarrobo, tamarindo u otras muy comunes
las que van siendo talada acorde a la introducción de los nuevos árboles.
Áreas de Cactáceas: Este lugar semeja a un
pequeño desierto donde se desarrollan muchas especies de cactus y otras
especies de la misma familia, algunas de estas plantas alcanzan hasta 4 metros
de altura y por las condiciones climáticas en que se desarrollan requieren para
su crecimiento poca agua y sombra, el lugar también ha sido cotejado con
cantaros, muñecos y artesanías utilitarias de barro.
Área de Palmáceas: En este sitio se desarrollan
27 especies de palmeras diferentes de las cuales 8 son nativas de la provincia.
Área del Bosque Húmedo Tropical: Este lugar
anida más de 400 especies diferentes de árboles entre nativos e introducidos,
cantidad de árboles suficientes con las que se le da condiciones de bosque
Húmedo tropical, por esta parte del jardín también cruza el antiguo canal de
riego que a su vez sirve para proveer de riego al bosque en el tiempo de verano
cuando escasean las lluvias, por sus características físicas y climáticas se da
origen a un micro clima propicio para que muchas de las especies de aves y
animales que habitan en la reserva hagan del sitio su habitad.
Área de Campamentos, existen áreas que han sido
cotejados con materiales del lugar para presentarlos como propicios para
acampar y recibir capacitación, los materiales usados son moyuyo, cadi y
árboles maderables, etc.
Área de Animales Recuperados: Los
administradores del jardín se han visto en la necesidad de recuperar algunas de
las especies de animales y aves que son nativos y otros introducidos.
Los animales recuperados son: loras, guacamayo,
mico, ardillas, guacharaca y varias especies de tortugas tanto marinas como
terrestres.
Área del Bosque Seco: También conocido como el
sendero ecológico, al comenzar el recorrido nos encontraremos con senderos
amplios, puentes construidos con materiales propios de la zona, escalinatas y
pasamanos que le dan al lugar un encanto natural.
Existen árboles gigantescos con formas extrañas
como: el ceibo, palo santo y otros; leyendas sobre duendes y al llegar a la
sima admiraremos a la ciudad enclavado entre colinas.
v Parque Ecológico Mamey
El Parque Ecológico Mamey es una alternativa
para la familia de Portoviejo y turistas en general, pues visitar el Parque, se
constituirá en un recuentro con el pasado, con la historia, consigo mismo y con
el futuro.
Es un lugar tradicional que históricamente
sirvió como vía de comunicación fluvial entre el campo o interior de la parte
sur de la provincia y la Capital el Río Portoviejo, testimonio vivo en el que se
han inspirado los máximos exponentes de la palabra de esta región como: poetas,
cantantes, escritores y hombres preclaros de la literatura manabita.